Disclaimer: Los personajes pertenecen a S. Meyer y la historia es de mi autoría. Cada capítulo basado en un tema del grupo The Veronicas
BPOV.:
¿Ahora quieres hablar? ¿Ahora suplicas por aclarar todo y
volver?
Ocho meses Emmett.
Ocho meses han pasado desde que tú lo arruinaste todo –pensé para mí tras
escuchar las palabras que salían de su boca- ¿Por qué tuviste que venir a arruinarlo todo una vez más? ¿Por qué
ahora?
Ok, lo acepto. Fui yo la que cogió el teléfono y aceptó
venir con él aquí sí… Pero creo que básicamente es porque sabía a que había
venido y que si lo conocía como creía conocerlo… él no se iba a detener hasta
lograrlo, ergo, mejor acceder pronto y aclarar –o al menos intentarlo- todo.
Sí, ilusa de mí. Yo esperando hablar, aclarar y seguir cada
quien por su lado. No fue así.
Aquel día terminamos nuevamente a los gritos porque él
insistía en que andaba con Edward por él, solo para lastimarlo a él, solo para
joderlo a él –bufé, no pude evitarlo-. Sí, claro. Emmett siempre el centro del
mundo… Joder.
El insistente sonido del móvil volvía a sonar ¡basta! –quise
gritar- ¡ya basta!
No pensaba atenderlo. Estaba sumamente enfadada con él.
Por su culpa ayer Edward y yo habíamos discutido como nunca,
al punto de que él se fue dejándome sola y con la palabra en la boca, y…
¡Mierda dolía! Yo no quiero que él se enoje, y mucho menos por Emmett. No, él
no me iba a joder esto también ¿Por qué ahora? ¿Por qué justamente ahora?
Mi relación con Edward había sido sin lugar a dudas,
inesperada. Y, tal y como le dije a Emmet, el hecho de que Ed fuera el hermano
de mi ex -¡Dios! ¡Qué cliché suena eso! En fin…- y más que nada sabiendo como
podría terminar todo de primera mano más el hecho de que ya era mi amigo…
bueno, basta decir con que habían sido dos grandes razones para pensarlo todo
más de dos veces… y ahora esto.
No. Sencillamente, no. No iba a permitir que Emmett nos
arruinara. No, no y no.
Edward había demostrado ser un amigo excepcional, una pareja
envidiable, un gran compañero y… el mejor novio que jamás hubiera esperado de
él o de cualquiera. Edward simplemente me había puesto de cabeza por él. De
pronto ante él era tan solo una típica adolescente deslumbrada hasta de cada
vello de su ser.
Y creo que era una obviedad decir que no iba a cambiar eso
por volver con aquel con él que me había hecho tanto daño ¡Mucho menos para
terminar haciéndole a alguien tan especial la misma mierda por la que yo había
pasado! NO. Edward también había pasado una vez por ello y… ¡Joder no! Yo no
sería capaz de hacerle eso, de… engañarlo. Eso lo destrozaría, lo sé.
Todavía no estaba completamente segura de como calificar mis
sentimientos hacia él, no les daba un nombre ¿Amor? Seguro. Pero aún era en su
mayoría como el amor a un gran amigo, a alguien muy especial. No. Todavía no
podía calificarlo como el amor que creí tener a Emmett, aunque, en cierto punto
eso también sería errado ¿No? Yo no quería vanagloriar algo tan falso o
siquiera idealizarlo…
Suspiré.
Pero… aun así…
Podía sentir como mis sentimientos hacia Edward eran cada
vez más firmes, más profundos. Y tenía miedo, porque sabía que en poco tiempo
él sería completamente el dueño de mi corazón y, no estaba segura de estar
preparada para querer tanto así a alguien.
Sin embargo esos eran temas nuestros, de pareja, y lo que yo
no iba a permitir era que el idiota de mi ex fuera el que nos hiciera
perdernos. Eso sí que no.
.
.
Los siguientes días resultaron algo confusos y agobiantes
por decirlo suave.
Primero que nada había podido hablar tranquila y seriamente
con Ed y pudimos arreglar nuestras diferencias. Él solo había estado ofendido y
dolido porque no le había avisado siquiera del encuentro, además de estar algo
–bastante- celoso y, ciertamente nervioso, de que por alguna razón que yo aun
no podía entender, decidiera finalmente volver con él. Todo eso según lo que me
confeso aquel día mientras hablábamos. Así que, mitad por él mitad por mí, fue
que en los días siguientes intentaba no despegarme de él y adorándolo aún más,
demostrándole con besos y palabras cuan importante se había vuelto para mí.
Por obvias razones el ir a su casa como solíamos hacerlo
quedó fuera de discusión y, sin embargo, eso no fue un problema para nada.
Muchas veces nos quedábamos en mi casa, haciendo deberes, charlando, mirando
una película, o simplemente en alguna ardiente ronda de besos. Ok, lo
reconozco, la última se llevaba la gloria pero bueno ¿Mi excusa? Era
adolescente, tenía un novio de infarto… Y mis putas hormonas estaban haciendo
estragos en mí al punto de volverme loca con tan solo mirarlo. Pero ese era
otro tema.
Los días fueron pasando y de pronto caí en la cuenta de que
como agua habían pasado diez días desde que Emmet había llegado. Y que, tan
solo quedaban cuatro para que se fuera… para que todo volviera a ser
completamente normal. Ja ¡Sí, claro! El puto destino se mofaba de mí eso era
evidente.
Era un día como cualquier otro e iba saliendo de la escuela
con Edward hacia el volvo, cuando ambos nos paramos en seco.
Justo delante del coche de mi novio se encontraba aquel
monstruo de jeep que tanto había llegado a odiar, con un muy sonriente Emmet
recostado sobre la puerta del conductor con aspecto relajado… confiado.
¡Por favor! ¿Qué acaso no se rendiría? ¿Acaso no aceptaba un
jodido NO? Arrg. Quería gritar de pura frustración y rabia.
Edward apretó fuertemente mi mano y en ese momento supe que
no era la única que lo estaba pasando mal.
Por el rabillo del ojo pude notar que muchos se detenían a
observar a ver que sería lo que sucedería ¡JODER! ¡Cómprense una vida carajo!
Lo que menos quería era llamar la atención con un
espectáculo de “los hermanos Cullen pelean por Swan”. Seee, ya me imaginaba los
cotilleos.
Segundos después estábamos frente a él.
― ¿Qué quieres? ―dije casi gruñendo y sin poder o querer
contenerme. Emmett sonrió.
―Vamos, te llevo a tu casa. Tenemos que hablar ―tuvo el tupé
de decirme.
Ok, suficiente. Mi paciencia con su estúpido ego ya era
nula.
―Mira ―comencé―… la verdad no sé porque ya siquiera me gasto
en responderte pero en fi… Me iré a MI casa con MI novio, como cada día. Si
quieres hablar de acuerdo, me rindo, hablaremos, pero Edward estará presente
como MI novio y será en MI casa para que pueda echarte a gusto en cuanto lo
crea oportuno ―dije para luego respirar hondo tratando estúpidamente de
serenarme―… No sé como quieres que te diga que no me interesa escucharte, que
ya es taaaaarde pero bueno, allá tú. Vámonos Ed ―dije tomándolo de la mano y
tironeándolo un poco ya que él estaba mirándome verdaderamente sorprendido por
lo que le había dicho a su hermano.
¿Qué? ¿Acaso me creía mojigata o qué? Él mejor que nadie
sabía lo que ocurría cuando en verdad me enfadaba.
―Pero yo quiero… ―comenzó a decir Emmett cuando comenzábamos
a bordear el coche.
― ¡Me importa una mierda lo que quieras Emmett! ¡Ya déjame
en paz! Te lo digo por última vez, si quieres hablar, lo haremos. Pero será en
mi casa y con Edward presente, él es mi novio y como tal puede saber lo que sea
de mí ―dije cegada de furia.
―Oye yo…
― ¡Basta Emmett! ―gritó Edward con el rostro distorsionado
de furia. Se le acercó un poco colocándome detrás de él para susurrarle― Mira,
estamos haciendo un espectáculo y, quizás a ti no te importe claro está, pero
Bella ya ha pasado por demasiado comentarios mal intencionados cuando ocurrió
lo de ustedes y luego cuando comenzó lo nuestro. No necesita tener aún más
problemas nuevamente por tu culpa. Si aún la quieres tanto como dices ―dijo
casi escupiendo las palabras―, entonces haz lo que te pide por una puta vez.
Los observé mirarse con rabia infinita y, de pronto me sentí
mal ¿Quién demonios era yo para venir a arruinar su relación de hermanos? ¿Por
qué tuve que fijarme justamente en Edward? ¿O en Emmett? ¿Si no hubiera pasado
lo de Emmett jamás hubiera salido con Ed?
―De acuerdo. Nos vemos allí en unos minutos ―dijo Emmett.
Sus palabras dichas en un tono bastante fuerte me sacaron de mi nuevo tormento.
Edward no esperó nada más, simplemente se dio la vuelta y me
abrazó por sobre los hombros para dirigirnos a su coche unos metros más allá.
Sus modales no variaron a pesar del enojo ya que como siempre abrió mi puerta y
me colocó el cinturón de seguridad antes de darme un beso en la frente y cerrar
mi puerta al fin. Sin embargo, una vez que él estuvo en su asiento no se
controló ya que puso primera y apretó el acelerador a fondo, de tal forma que
las ruedas chirriaron de manera ensordecedora. Segundos después se escuchaban
el mismo ruido de ruedas detrás de nosotros. Emmett nos seguía.
En tan solo unos minutos llegamos a mi casa y bajamos
velozmente para entrar tan solo con un minuto de diferencia del jeep. Yo estaba
nerviosa, no quería que pelearan ni nada, pero, a la vez quería cerrar
definitivamente esa etapa para poder seguir tranquila con mi vida. Él no tenía
derecho alguno a interponerse en ningún sentido.
―Sabes que te amo ¿Verdad? ―me susurró Edward al oído
mientras me aprisionaba contra la pared del vestíbulo ni bien cerramos la
puerta. Yo tan solo asentí.
―Tranquilo ―susurré apoyando una de mis manos en su mejilla
y la otra en sus suaves e indomables cabellos―. Tiene que entender, y si no lo
hace no me importa. Yo te quiero a ti. Eres lo mejor que tengo Edward y no voy
a cambiarte por él le guste o no. Todo lo que sufrí con él fue a ti a quien le
tocó repararlo, y eso te lo agradezco con el alma. Te quiero… Mucho… ―susurré
yo a su vez contra sus labios y mirándolo directamente a los ojos.
Él tomó mis labios entre los suyos y me dio un beso furioso,
uno cargado de sentimientos encontrados; por lo que mi cuerpo comenzó a
reaccionar en consecuencia. Un beso que me hizo temblar de pies a cabeza. Un
beso que me dejó con infinitas ganas de más. Un beso… que fue asquerosamente
interrumpido por los insistentes golpes en la puerta a nuestro lado nos hizo
separar siendo bruscamente sobresaltados ¡AAARRGGG! Emmett. Edward masculló por
lo bajo claramente enojado y frustrado mientras bufaba y se pasaba furiosamente
una mano por sus cabellos ya de por sí alborotados. Yo en cambio, cerré mis
ojos y me concentré en relajar cada músculo de mi cuerpo y a tomar grandes
bocanadas de aire para acompasar mi alocada respiración. Ufff ¡Vaya beso! Pensé
un tanto divertida… cosa que no duró mucho ya que los golpes volvieron y con
ellos parte de mi tensión. Bufé y me giré hacia la puerta para abrir diciendo
un ligero “Voy”, pero antes de tomar el picaporte la mano de Ed me detuvo para tomar mi rostro
entre las suyas y susurrar contra mis labios…
―Te quiero, y estoy aquí… Estaré aquí mientras así lo
quieras…
―Siempre. Y también te quiero ―dije fervientemente dándole
un ligero roce de labios―. Vamos. Es hora de acabar con esto de una buena vez
―él solo asintió endureciendo sus hermosas facciones.
―Ve a la sala, yo abro ―le miré y asentí. Confiaba en él,
así que me volteé para ir a sentarme al sillón de la sala. Expectante.
Sentí claramente como la puerta se abría y luego un leve
murmullo antes de que le siguieran el ruido de pasos cada vez más cercanos.
Ellos estaban allí, frente a mí.
Extendí una mano y vi como ambos miraban ese gesto como
invitación… Solo quería a uno de ellos.
―Ven Ed ―dije quedamente. Emmett resopló.
Edward vino a mi lado, sentándose tranquilamente en el
apoyabrazos de este.
―Bien.
En silencio Emmett se sentó en el sillón más cercano a
nosotros mirándome fijamente en todo momento.
―Bella, creo innecesario y hasta ridículo que me estés dando
esta farsa de pantalla ¡Ya lo entendí? ¿Ok? Lo dije antes y lo repito ahora; LO
SIENTO. En verdad lamento mucho lo que pasó, todo por lo que te hice pasar
pero… ya basta –dijo él.
Me dejó helada al verlo, jamás lo había visto así. Estaba,
desolado. Mirándome como si en ello se le fuera la vida, completamente bañado
en el dolor y el arrepentimiento sincero. Mas luego volteó hacia Ed y sin duda
sus expresiones cambiaron, pero tampoco es que fueran malas. Comprensión,
dolor, envidia; esas eran algunas de las emociones que expresaba.
―Ed, sé que no estas enamorado de ella ―me tensé
automáticamente ante sus palabras dichas tan crudamente―, pero yo sí, hermano,
yo sí. La amo y he vuelto por ella ¡He vuelto para arreglarlo todo! No quiero
pelear contigo pero… lo haré por ella ―dijo con voz seria. Y creí hacerme pipi
en mis pantalones ¡Mierda! ¿Pero quién carajos era él? Sí, seguía siendo un
insoportable bastardo arrogante pero… estaba distinto, cambiado… Aunque aun así
ya no quería saber nada de él. Arrg. Vi que iba a comenzar a hablar nuevamente
y estaba lista para interrumpirlo cuando fue Edward quien salió de su silencio
para responderle.
―Emmett, yo tampoco quiero pelear o enojarme contigo ―suspiró―,
pero no me haré a un lado. No dejaría a Bella a menos que fuera ella quien me
lo pida ―Em lo miró mal―. Sé que sufres y, que estás arrepentido… pero quizás
no sea suficiente. Quizás ya es tarde. Y creo que deberías comenzar a
aceptarlo. La quiero Em ―susurró tras una pausa cargada de tensión―. La quise
antes como amiga y ahora aun más como mi pareja, por favor entiende eso. Sé lo
que ella sufrió por ti, yo estuve allí, CADA DÍA… Y lo odié, en verdad te odié
por haberle hecho pasar por todo aquello. Por como la dejaste, y por todo lo
que tuvo y tuvimos que soportar todos. Y no quiero ni que pienses en que Bella
lo ideó en tu contra ni nada por el estilo. A ambos nos costó mucho decidirnos
a avanzar justamente por ti, porque sabíamos como podrías llegar a tomarlo si
es que te importaba y por como se vería.
― ¡¿Pero qué tengo que hacer?! ―dijo levantándose de un
salto de donde se encontraba― ¡La amo! ¡Aún te amo Bella! ―dijo él
derrumbándose―. Solo quiero que todo regrese a la normalidad, que todo sea como
antes Bells…
Me tensé otra vez ¡Por Dios! ¿Es que acaso este ‘hombre’ no pensaba en lo que salía de su
boca?
―Emmett, creo que ya no tienes nada más que decir. No puedes
seguir… estorbando en mi relación con Ed. No puedes seguir apareciéndote en cada
jodido lugar al que vaya. Ni siquiera puedes ya seguir llamando porque no te
atenderé. Ya no. Tú no entiendes razones, y esto está mal. Te estás
obsesionando y no es conmigo, sino con que todo sea como antes –tú mismo lo has
dicho-, y Em, te tengo noticias ¡Ya no se puede volver atrás! ―grité un tanto
exasperada por que me dejara en paz― Lo hecho, hecho está y ya nada podrá
cambiarlo. Lo siento pero ya no puedo permitirme dedicar más tiempo a esto, a
que lo entiendas por las buenas ¿Acaso no era a mí a quien NO querías? ¿No era
siempre yo la que se aferraba? Ahogándote. Hemos terminado y ya no hay vuelta
atrás pero creo que te vendría bien decirte que es así como se siente, es así o
peor como me sentí yo. Cuando esperas una llamada que en el fondo sabes que
nunca llegará; cuando sueñas despierto extrañando hasta lo más mínimo de una
persona. Cuando destrozan tu confianza y solo te quedas sosteniendo un corazón
roto. Me jodiste Emmett, jodiste lo nuestro de la peor manera y ni siquiera te
importó, no entonces… Acepta que yo ahora he seguido con mi vida, respeta eso
al menos. Muy en el fondo aún tengo dudas sobre perdonarte aquello, pensé que
ya lo había hecho pero… aún duele; sin embargo solo me limitaré a olvidar que
existes, a olvidar que lo nuestro existió. Tú eres quien me despreció, a la que
encima culpaste. Lo siento pero con todo lo que pasó tú mismo me has enseñado a
odiarte un poco. Estaba en verdad enamorada de ti, quizás demasiado al punto de
ser ciega ―sentí un apretón en mi mano. Ed. Él siempre reconfortándome hasta
con lo más mínimo―. Intenté que todo funcionara Em, tú sabes que sí, pero no
fue suficiente entonces ¿Por qué diablos sería distinto ahora? ¿Por qué he sido
yo la que te ha dejado? ¿Todo esto es por un ego magullado? No Emmett, ya no
más. Lo siento, sé como te sientes, o casi, pero esto se acaba acá y te pido
por lo que alguna vez sentimos que no lo alargues más.
Él quiso interrumpirme unas cuantas veces en mi extenso
monólogo pero yo automáticamente seguía hablando así que no pudo. Ahora
estábamos ahí, mirándonos fijamente y viendo la realidad en nuestros ojos. Una
sonrisa triste curvó sus labios mientras agachaba la cabeza… y entonces supe
que era el fin, él finalmente lo había aceptado.
―En verdad lo lamento… por todo ¿Lo sabes verdad mi Bells?
―Ed se tensó cuando me nombró como suya pero un apretón de mis dedos fue
suficiente para mantenerlo calmado.
―Sí, ahora lo sé.
―Siempre te querré pequeña… ―dijo con los ojos ligeramente
más húmedos―. Mejor me voy, tengo que preparar mi regreso.
― ¿No te ibas en unos días? ―se aventuró a preguntar Edward.
―No. Ya no tengo nada más que hacer aquí. Prefiero volver,
aún tengo mucho en que pensar ―dijo el grandote negando con la cabeza.
―Emmett… ―dijo levantándome al igual que él.
Sabía que quizás estuviera mal. Que esto podía verse de
manera ambigua, pero no me importaba.
Lentamente solté la mano de Ed que se crispó por un momento
y me acerqué a él rodeando su enorme torso con mis delgados bracitos,
estrujándolo contra mí, mientras apretaba la cabeza en su pecho, escuchando el
retumbar de sus latidos erráticos.
Él instantáneamente me abrazó muy pero muy fuerte, casi
queriéndome fundir con él… y luego me soltó para girarse y largarse de allí en
menos de un segundo.
Sabía que no volvería a verlo en un tiempo. Sabía que me
dolía haberle dicho todo eso y verlo luego sí… Pero también sabía que mi
relación con Edward no iba a avanzar a ningún lado si este capítulo no estaba y
quedaba bien cerrado.
Tras quedarme viendo la puerta por unos segundos sentí como
unos brazos me rodeaban desde atrás así que me giré para que él me consolase un
poco y para sentir ese cariño tan especial que emanaba de él hacia mí
haciéndome sentir completamente especial y querida.
No quería hablar, así que lo besé suavemente, intentando
demostrarle lo mucho que había significado el que él estuviera conmigo en este
momento y mucho que lo quería. Como siempre, él me correspondió con aún más.
Con el lanzamiento oficial de “Party”, Girls’ Generation ha continuado en
el primer lugar en tiempo real en varias listas de música logrando un
“all-kil...
Hola a todas, este es un pequeño regalo, pensado para la Pascua del Conejo
(de Resurrección para los creyentes), pero que no me aguanté de publicarlo.
Espe...
1. La configuración del sistema de Reviews Anónimos se regresó a la
anterior, en donde uno podía poner un nombre en vez de usar el nombre por
defecto de "I...
Hola... He estado trabajando en mi tesis, sin dejar de ver algunas cosas de
Rob y Kristen. He abierto los comentarios en este post para que nos
pongamos al...
Los episodios tienen una duración aproximada de 42 minutos. El capítulo
piloto se estrenó el 19 de mayo de 2009 en los Estados Unidos.
La entrada Glee Te...
Nombre: Mi Corazón En Tus ManosNombre de la Autora: Juani HernandezGenero:
Romance, historicaAmazon610 páginas Sinopsis: Cuando la Princesa Gabrielle
descu...
No hay comentarios:
Publicar un comentario